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El paso de las últimas borrascas por la provincia de Huelva ha causado daños en fincas donde se cultivan frutos rojos, concretamente entre 300 y 400 hectáreas han sufrido las consecuencias de estos fenómenos, según las estimaciones.
El resultado de la tormenta ha sido crítico para algunas fincas, con plásticos que han volado, hierros de invernadero retorcidos e inutilizables y fruta que estaba a punto para su recolección que ha quedado inservible para llegar a los mercados.
Las tormentas han llegado acompañada por dos tornados. Uno de ellos ha afectado a la zona de Lepe y Cartaya y el otro, más devastador si cabe, ha afectado a fincas de Lucena del Puerto, Moguer y Palos de la Frontera.
La evaluación de los técnicos indicará el valor de los daños. Para Rafael Domínguez, esta situación es un revés más para los agricultores, «es un contratiempo que se suma a los que ya está teniendo el sector durante esta campaña con la abundancia de lluvias en plena campaña de fresa».
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