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El sector fresero onubense, Interfresa y la Comunidad de Regantes El Fresno se han unido para defender el uso que hace el agricultor del cultivo de primor del agua de la zona de Doñana. Así, han especificado que, en gran parte, el sector usa agua superficial para regar o, en su defecto, proveniente de pozos legales, y los proyectos de trasvase pendientes, como el de 4,99 hectómetros cúbicos del Condado, acabarán con el 100% de los pozos de extracción ilegal de agua subterránea.
En rueda de prensa conjunta, el presidente del Fresno ha diferenciado varias zonas dentro de las poblaciones del entorno de Doñana. Por un lado, en toda la zona del Plan Almonte-Marisma, regulado por la Comunidad de Regantes, se utiliza agua superficial para el riego; en municipios como Moguer y Palos también se riega con agua de las comunidades de regantes de Palos, Valdemaría o El Fresno; en Lucena del Puerto, perteneciente a la Cuenca del Guadiana, predomina también el agua superficial; en la zona norte, en la Cuenca del Guadalquivir, es donde podemos encontrar algunos pozos ilegales, eso no lo vamos a negar, pero no se puede generalizar, no hay miles de pozos porque el 80% se está regando con agua legal.
Para Gorostidi, el agricultor hace un uso exquisito del agua, con riego localizado y por goteo, mejor que eso no se puede hacer. Nunca podemos hablar de robo. Sobre el proyecto de trasvase de agua para el Condado, que afectará a unas 1.000 hectáreas, el presidente de los regantes ha asegurado que -retirará el 100% de estos pozos que aún existen en esta zona norte y nunca servirá para aumentar las hectáreas de riego, no habrá ni una más-.
Actualmente, y según han aclarado, el proyecto está pendiente de la declaración de impacto ambiental, paralizada por un informe negativo del sector ecologista. El Trasvase del Condado cuenta con un presupuesto de 17 millones de euros, el 30% aportado por los agricultores y el resto por fondos europeos, y tiene un periodo de ejecución de 18 meses.
Sobre la ilegalidad de los pozos, el sector ha aclarado que la mayor parte de ellos posee documentación del departamento de Minas, del antiguo Ministerio de Industria de los años 70. Con el cambio de normativa estos expedientes que los regulaban caducaron, los pozos quedaron en un vacío legal y el sector tuvo que empezar a legalizarlos todos de nuevo a través de la Agencia Andaluza del Agua, que actualmente no legaliza ninguno de ellos, a pesar de que sí lo estuvieron antaño.
Sobre los argumentos de ecologistas aludiendo al uso de agua subterránea como motivo del descenso de la capacidad de la marisma de Doñana, el sector ha asegurado que es “la sequía”, y no otra, la causa para que la capacidad de la marisma haya descendido un 20%. La fresa es agricultura en equilibrio, ha defendido, al tiempo que ha añadido que todos la sufrimos y la marisma también sufre la sequía.
El presidente de Freshuelva, Alberto Garrocho, ha recordado que el fresero está demostrando que apuesta por la sostenibilidad, por el respeto al medio ambiente, máxime cuando acaba de firmar sendos convenios para el control biológico de plagas y para reducir las emisiones de CO2 en todo su proceso productivo. Por su parte, el presidente de Interfresa, Cristóbal Picón, ha apuntado que la fresa es motor económico de la zona desde hace más de 50 años, a lo que ha añadido que estos ataques nos perjudican seriamente y nosotros dependemos de los consumidores. Está demostrado que lo sabemos hacer y que lo hacemos muy bien.
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